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¡Buenos días!
Como prometíamos ayer aquí tienen la primera crónica escrita por los miembros del grupo de mayores, en este caso, por Santiago Martínez de la Casa. Espero que les guste.
Tras un fuerte desayuno la mañana comenzó con el rastreo (la búsqueda) del Tesoro Pirata. Los grumetes vivieron en primera persona una encarnizada batalla entre las distintas tripulaciones y los monitores de aire libre.
Nuestros piratillas buscaron, lucharon y descubrieron las pistas y pruebas repartidas por todo el recorrido. Aunque no todos consiguieron superar todas las pruebas cierto es que se esforzaron y consiguieron llegar al final de la dura búsqueda del Tesoro, animados con canciones y bailes piratas.
Después de tan agotadora mañana pasamos un refrescante rato en la piscina que nos sirvió para encontrar aún más hueco para la comida que nos esperaba.
Más tarde y ya acabada la comida nos tomamos un respiro para así recuperar fuerzas para una tarde cargada de desgaste.
Las actividades que ocuparon la tarde fueron la piscina, en la cual los grumetillos se defendieron como tiburones en aguas del caribe, y las olimpiadas, donde todas y cada una de las casas piratas se dejaron y seguirán dejando la pata de palo.
Cansados por los deportes nos dimos la ducha de rigor para después acudir a un festín digno del más grande de los piratas.
Como final del día tuvimos el placer de presenciar una magnífica velada en la que la guinda del pastel fue una operación en vivo y en directo de nuestro monitor Alberto, el cual había sufrido el ataque de una calandraca del bosque. No pudimos recuperar al paciente.
Y esto es todo, me despido hasta la próxima crónica que será el lunes ya que mañana tenemos la primera marcha del campamento y no podré venir a Internet.
Saludos piratiles.