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Campamento 2008 - Piratas del Corral

Nidos de Calandraca

por Carlos Lancha

Para qué hablaré…

Ayer me quejaba del calor que nos estaba tocando aguantar en el campamento, con una media de unos 35º C. Pues bien, hoy hemos alcanzado prácticamente los 40º C. Como pueden imaginar esto a los niños les ha dado bastante igual, dosis extra de crema solar y a correr como si estuviéramos con 20º.

En fin señores, al lío.

Tocamos diana y todos (salvo quizá un servidor que se ha quedado remoloneando un poco en la hamaca) se despertaron rápido y con ganas de empezar un nuevo día. Al entrar a desayunar nuestros grumetes se encontraron con las primeras puntuaciones de la Copa de las Casas Piratas, con resultados que ya habrán podido ver en esta Web.

Hoy de nuevo han tenido talleres en la mañana. Esta vez la línea de abordaje ha sido ocupada por el grupo de los medianos a los cuales les ha encantado la experiencia.

Los mayores y los pequeños han estado más tranquilos haciendo pompones, colgantes de puerta y broches de fieltro. Seguro que ahora sus cabañas y ropajes estarán más a la altura de lo que ser un gran pirata requiere.

Una vez acabados los talleres y bien recogido y limpiado todo nos preparamos para una rica comida consistente en judías blancas y pescado, ensalada y una pieza de fruta. Salvo algún que otro caso todos los niños están demostrando un comportamiento excelente a la hora de la comida, probándolo todo y esforzándose si no les gusta.

Después de bajar la comida con una siesta unos, vegetando otros y otros simplemente charlando nos fuimos a remojar a la piscina. ¡Qué gustazo! Se está tan bien que nos duele más a los monitores que a los niños tener que acabar la hora de piscina, pero no hay más remedio, nos esperaban las olimpiadas.

Para ellas nos dividimos en ocho grupos (dos por Casa Pirata) que compitieron entre sí en diferentes modalidades como voleyball, lanzamiento de pesa, lanzamiento de jabalina o fútbol. No sé decirles quien ganó pues no pude quedarme hasta el final de las pruebas, pero sé que todos lo hicieron muy bien y que consiguieron muchos puntos para sus casas, puntos que se sumarán al final para determinar quién es el vencedor de las Olimpiadas.

Y con tanto sudor deportivo nada mejor que unas duchitas. Hoy me tocó a mí estar en la ducha de los chicos y la verdad es que poco tuve que hacer, ellos solitos se ducharon sin ningún problema ni queja. De verdad, así da gusto trabajar.

¿Adivinan lo que viene ahora? ¡La cena! Ay, que rico comer, sobre todo si es una expléndida crema de calabacín y sabrosos filetes de pollo con pisto como los que nos pusieron. Lo siento madre, pero yo me apunto a la comida de María, nuestra cocinera. ¡Un diez para ella!

¡Pero cuidado! Llegan rumores de avistamiento de nidos de calandraca, unos insectos con forma de monitores canarios que se esconden entre los árboles y que al menor descuido pueden darte un buen susto. ¿Suena bien eh? Pues allá que vamos, ¡a la caza de la calandraca! En este juego los niños tuvieron que buscar entre el bosque a estos simpáticos insectos para obtener una prueba de que su caza fue satisfactoria. El miedo se dibujaba en el rostro de alguno de nuestros jóvenes grumetes, pero ¡arrr!, hay que vivir estas cosas para convertirse en un gran pirata. Así que aunque con miedo al principio todos le echaron valor y fueron a la caza consiguiendo así una muestra de su existencia.

Y colorín colorado, este día se ha acabado. A dormir chicos, a los monitores nos queda todavía una reunión por delante y a un servidor seleccionar y editar las fotos. Mañana haremos nuestra primera incursión a Internet… o eso esperamos.

Saludos piratas para todos.